Algunas de las recompensas más gratificantes que un fotógrafo puede recoger para su crecimiento personal y profesional a la hora de realizar sesiones fotográficas a las personas que las solicitan son innumerables, entre ellas, la oportunidad de poder tener un trato cercano con las personas, de enriquecerte con su compañía, de sus anécdotas, de su entusiasmo y de la confianza que depositan en nosotros para llevarse un gran recuerdo. Es todo un regalo que nos aporta una extraordinaria lección de vida.
Esto es lo que nos sucedió con Ixchel y Edu, unos encantadores y alegres niños con los que pudimos disfrutar de una divertida tarde en el parque de la Quinta de los molinos y a los que tuvimos la suerte de hacer una preciosa sesión Infantil. Ellos son los hijos de Ivette y Michel, a quienes hace unos años conocimos y pudimos disfrutar haciendo su reportaje Postboda en la sierra norte de Madrid.
Nos cautivó muchísimo su vitalidad y su gracia, tener la suerte de poder capturar momentos tan naturales con unas personitas tan dulces e inocentes no tiene precio, fue todo un placer reírnos y jugar con ellos, no nos dejara de sorprender nunca la capacidad que tienen los más pequeños, de darte su cariño, aunque no te conozcan nada más que de unas horas, simplemente por conectar con ellos y darles un bonito entretenimiento.