Hay personas con las que he tenido la fortuna de poder compartir etapas y momentos que formaran parte de las piezas del puzle de mi vida y David es una de ellas, tuve la oportunidad de coincidir con él un periodo de tiempo no muy largo, pero del que conservo grandes recuerdos. 

Se puso en contacto conmigo para que me encargase de hacerle su reportaje de boda, lo que me hizo especial ilusión, hacer el reportaje fotográfico de alguien a quien estimas es toda una responsabilidad y a la vez un privilegio. 

David y Keka querían tener de recuerdo un reportaje de preboda, lo que era ideal para conocer a Keka y a los dos como pareja, de esta manera siempre se crea un vínculo con el fotógrafo que da más tranquilidad, buen ambiente y hace que fluya mejor el día de la boda. 

Hicimos la sesión en San Agustín de Guadalix, un entorno que nos permitía hacer pasar las horas de calor en zonas más sombreadas y con abundante agua. Durante las últimas horas de la tarde nos acompañaron unos fantásticos colores anaranjados en la puesta de sol, un magnifico lugar para acabar el día en muy buena compañía.